Hoy no quise hacerlo pero no pude evitarlo

Son las 23 horas, y creo que ya es hora de irme a dormir. Hoy me habia propuesto no pegarme a ésta pantalla, y no escribir en el blog. Me he esclavizado sin darme cuenta a mi mismo. Me comprometo demasiado conmigo mismo, llevo las cosas al infinito, cuido hasta el ultimo detalle hasta que me doy cuenta de que no tengo tiempo para hacerlo, no soy perfecto y no soy capaz. Así que poco a poco me desengancho. Y me vuelvo a enganchar, porque me debo a mi mismo, mis ámigos y mis pasiones. Me desbordo a mi mismo, pero no quiero renunciar a seguirme en ésta aventura. Muchas cosas pendientes. Una larga lista de cosas que debo hacer de la que no he tachado ninguna. Hoy, para darme tiempo a mi mismo prescindi de postear en el blog. He salido tarde del trabajo, y siento que se me escapa la vida. Corro a ver sí la alcanzo. Buenas noches. Mañana tambien presincidire del blog¿ o no? Hoy no quiero hablar de lo que siento, pero no puedo evitarlo. El dia ha sido duro y la actualidad me golpea de un modo extrañamente cercano y personal. Abslolutamente indescriptible el asco que he sentido al escuchar por la radio el suceso de Elche. Absolutamente indescriptible la desazón que me produce la acción de gobierno: "Una vivienda digna, es digna sí es adecuada a las necesidades de los ciudadanos y sí es adecuada es la vivienda digna y adecuada que dice la Constitución". Me parece correcto que se propongan cosas así para abordar el débate teórico acerca de un problema social de primera linea. Es más, se puede defender o renegar radicalmente de planteamientos así. Pero mentar la vivienda digna que defiende la Constitución Española, me parece de un conformismo miserable, o una manera mas de tomarnos el pelo. Todos pensamos que algunos principios constitucionales, especialmente aquellos que tienen que ver con los derechos sociales no tienen fácil enganche en la lógica socio eco política que nos ha tocado vivir. Sin embargo lo asumimos, como una imperfección que debe ser corregida en el futuro, sí encontramos la manera. Prefiero interpretarlo así que devaluar nuestro texto constitucional, y entregarme a la desesperanza. Sí hay que reformar la CE; por lo del estado plurinacional y esas cosas, ya puestos cambiemos lo de la vivienda digna y reconozcamos el derecho a un saco de dormir y un banco. Seamos asquerosamente pragmaticos, y renunciemos para siempre a progresar, a la justicia social, al bien común, al interés general, a la equidad y a la política. Me parece licito en democracia plantear hipotesis como las de la vivienda de 30 metros, pero jamás podre entender la torpeza de una ministra de izquierdas que reinterpreta de manera tan burda el texto constitucional, para instalarnos en el conformismo, y el vacio más desesperanzador. Definitivamente he dejado de creer en nuestros políticos. En mayo del 68 se decia: "Seamos realistas, pidamos lo imposible" y sí lo imposible es nuestra Constitución, vamos mal, pero que muy mal. Revoluciones pendientes